Experiencia UNICA¡

Decidimos visitar a nuestros clientes en su ambiente, salir de nuestro confort en el resguardado sótano para hacer contacto con el exterior y aventurarnos a explorar el mundo de los intrépidos escaladores.

En la visita que realizamos a la pared de escalada pudimos observar varios aspectos importantes para los practicantes de este deporte que antes no habíamos tomado mucho en cuenta, por ejemplo, el agarre de las piedras, que es de primordial atención para todos los escaladores, pues ellos tienen sus piedras preferidas y piedras que detestan y todo esto debido a la forma en que deben agarrarla. Pero estas preferencias no son las mismas para todos lo que practican en la pared, al contrario, varía bastante desde el principiante que prefiere únicamente los agarres grandes y cómodos para las manos, hasta los veteranos que saben utilizar todas la piedras como mejor les acomode, usando las mano solamente como apoyo para todo el trabajo que se hace principalmente con los pies y las piernas. Para personas totalmente ajenas al área, como lo somos nosotros, muchas de las piedras nos podrían parecer casi imposibles de tomar o sujetar y mucho menos para colgarse de ellas, sin embargo observando a los más experimentados pudimos darnos cuenta de que no se trata de colgarse de piedra en piedra si no aprovechar cada una de ellas como se debe de usar.


Las piedras son un medio y no un fin dentro de la escalada; antes de subir se traza una ruta mentalmente donde debes fijarte en las piedras que tendrás disponibles durante el trayecto y esto incluye desde aquellas pequeñas protuberancias que estarán disponibles sólo para la punta de tu pie hasta las grandes rocas con múltiples hoyos que no sabes por donde empezar a agarrar, todo esto en cuestión de minutos antes de empezar el recorrido en el cual la visión cambiará totalmente con la tensión que marca tu cuerpo desde las puntas de tus dedos hasta los músculos de la espalda.

Y si toda esta adrenalina fuera poco, el escalador con experiencia logra tener la paciencia de girar las piedras mientras cuelga y de esta manera girar también por completo la forma en que se logrará el recorrido. Girar una piedra cambia totalmente el agarre que puedes lograr en ella por lo que cambia el tipo de ruta que debes de trazar, lo que hará parecer tu pared algo totalmente nuevo.
Así de versátiles e importantes son estos pequeños objetos que rigen por completo este deporte. La experiencia nos enseño lo trascendente que es tener una buena piedra, no sólo en cuanto al agarre sino cuántos agarres ofrece, no sólo si aguantará sino cuánto tiempo aguantará, no sólo si se puede instalar sino qué tan fácil es estarla cambiando de posición mientas se está colgado.

Ahora no solo nos importa la apariencia que puedan tener estas rocas, pues al momento de estar sujetado por debajo con un arnés apretado y sufriendo el esfuerzo al que te lleva el instinto de sujetarte por tu vida, lo menos que te importa es de que color es la piedra que te está dando soporte en la pierna izquierda.

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